sábado, 11 de junio de 2011

“Es fundamental que se pongan en el tapete las necesidades de las personas que son parte de nuestra sociedad, pero que generalmente olvidamos”

Cada año, las enfermedades respiratorias corresponden a uno de los ejes centrales en las pautas de los medios de comunicación debido al grave panorama en que dejan tanto a los servicios de salud como a la sociedad en general. Sin duda, es un tema importante; pero ¿qué sucede con quienes viven con condiciones respiratorias crónicas y que constantemente requieren de atención cuando pasa el invierno? No basta con intentar cubrir las crisis que se generan de abril a agosto, ya que existe un gran número de personas que  se ven afectadas durante todo el año.
Gabriel Amor

                Cuando se acerca el invierno, es común ver cómo  se comienzan a difundir campañas para evitar las crisis en las salas de emergencias y servicios de salud. En lo que llevamos de  mayo, ha habido  una irrupción brusca de virus sincicial que equivale a la situación que había en 2010 a fines de junio. Sin embargo, cuando la estación fría pasa, se espera hasta el siguiente año para volver a sacarlas a colación. Según el informe de la unidad respiratoria del Ministerio de Salud, el número de enfermos respiratorios crónicos ha aumentado considerablemente en los últimos años y, pese a que la gran mayoría se centra en niños pequeños y adultos mayores, estas condiciones pueden afectar a cualquiera.

                Existen diversas organizaciones que se dedican al cuidado y a la atención de quienes se ven afectados por estas condiciones, entre las que destaca el Auxilio Maltés, que funciona como una fundación benéfica. Su misión consiste en apoyar la rehabilitación de enfermos respiratorios crónicos de escasos recursos, especialmente de niños oxígeno-dependientes, así como proporcionar equipos de oxígeno-terapia ambulatorios a quienes padecen patologías que lo requieran. Verónica Griffin, encargada del área de comunicaciones de la fundación, señala que es una responsabilidad cívica el informarse sobre los grupos más necesitados de nuestra sociedad y que los periodistas debiesen tener una altura de mira acorde a la naturaleza empática, seria y humana de estos temas para poder tratarlos, sin importar de qué organización o sector vulnerable se esté hablando.

Sociedad y la manera en que nos comunicamos

                En tiempos de las cruzadas, los caballeros de la Orden de Malta fundaron en Jerusalén el primer hospital del mundo para dar ayuda médica y espiritual a los peregrinos asaltados en el trayecto a Tierra Santa. En Chile, el Auxilio Maltés fue creado en 1996 y actualmente se encuentra presente en Santiago, Loncoche, Liquiñe, La Serena y Chépica. Para una fundación como ésta, con una extensa trayectoria presente en alrededor de 30 países, y basada puramente en la generosa ayuda de la comunidad, es fundamental que su obra de divulgue en la sociedad, pero, más importante aún, según dice Verónica Griffin, que se pongan en el tapete “las necesidades de las personas que son parte de nuestra sociedad, pero que generalmente olvidamos”.

¿Cómo describiría la relación entre los medios de comunicación chilenos, las ONG´s y la sociedad civil en general?

El ideal sería que, por principio, los medios de comunicación dieran a conocer lo que hacen las fundaciones de ayuda a la sociedad civil. No sólo es bueno para las fundaciones, sino que es bueno para la sociedad civil, en la medida que permite que las personas “vean” al otro. Y ese “otro” no es el hombre ideal que presenta la publicidad, sino alguien que necesita que le tiendan una mano. Es un respiro de humanidad, en una sociedad consumista, donde vales por lo bien que te va, por lo rozagante que estás.
Entonces, los medios tienen un rol muy importante, pero para asumirlo, se requiere de una reflexión previa y de darse cuenta lo vulnerables que somos todos. Creo que al ver aterrizadamente quiénes somos, lo precarios que somos, y qué es lo que importa de verdad, nace necesariamente el ayudar a los demás. 

¿Qué rol, entonces, cumplen el periodismo y los periodistas en este contexto?

Un rol muy importante. En nuestro caso, el periodismo es un importante vehículo que posibilita el encuentro entre lo que hace la Fundación y la sociedad.  Una fundación promedio casi se diría que “vive” si los medios cubren lo que hace, ya que esto le permite darse a conocer y, por ende, financiar parte de su quehacer. Sin embargo, no hay que caer en el extremo de que el medio lo es todo. Una fundación puede aparecer mucho en la prensa, y puede estar “inflada”. Mucho ruido y pocas nueces. No se trata de “picar cebolla”. Trabajamos con algo tan íntimo y respetable del ser humano, como es su dolor, su vulnerabilidad y su fe. Debemos, por ello, ser muy respetuosos y muy honestos. Creo que eso es un desafío que tenemos tanto las fundaciones como todos los seres humanos.

¿Cree que esto se logra cumplir a modo general?

No siempre. Mi principal crítica es que algunos medios de comunicación no le toman el peso a lo importante que es informar acerca del mundo de la gente que tiene menos. No se trata de hacer un reportaje a las fundaciones, sino de tener atenta la sensibilidad a destacar el bien que hay detrás de la labor de estas instituciones. O el drama que hay tras quienes son ayudados. Eso nos haría mejores personas, menos frívolas. Claro que se requiere de un periodista hábil para tratar de manera ingeniosa estos temas. Y ahí apunto a otro tema: la preparación que debe tener un periodista. Y, en seguida, el espacio que los medios están dispuestos a entregar a este tipo de información.

¿Qué recomendarías para que esto fuese posible?

Simplemente darle al asunto la importancia que tiene. Creo que lo primero es poner el tema en discusión, ventilarlo. En seguida, y como consecuencia, los asuntos de los más débiles (la materia con la que trabaja una fundación de beneficencia) debieran estar en la agenda de los medios. Nos decimos un país solidario. Esta solidaridad debiera ser actuante.

Alternativas

                En la actualidad, prácticamente cada organización tiene un sitio web en el cual logran darse a conocer y fomentar su trabajo. El Auxilio Maltés, no es la excepción. En su página se explican con detalle las labores que realizan, los proyectos a futuro, las diferentes maneras de ayudar, e incluso tienen una sección con el evangelio del día, para asistir online a ciertas necesidades espirituales de quienes son creyentes. Similar información se puede encontrar en el grupo en facebook, especialmente creado para los miembros y voluntarios más jóvenes y para fomentar la interactividad entre colaboradores.


¿Opinión con respecto al periodismo ciudadano?

Considero que es una alternativa interesante a los medios de comunicación tradicionales. Más libre, más amplio, sin tantas condiciones. Al ver las noticias o leer la prensa, a veces me parecen “el paraíso del lugar común”. Me encantaría que, luego de leer el diario, de ver la TV, además de aprender, informarme o entretenerme, saliéramos más buenos, más edificados, mejor preparados para enfrentar la vida real. Quisiera que los medios ayudaran a que los chilenos fuéramos más solidarios, más cultos y más inteligentes. Quizás esa es una tarea que podríamos hacer propia los mismos ciudadanos y llevarla al conocimiento social general.