miércoles, 18 de mayo de 2011

Fundación Crescendo ayuda la inclusión social

En un plazo de dos años, han logrado establecer una organización que apoya las necesidades de muchas personas, que han estado excluidas de la sociedad por una gran cantidad de impedimentos mentales. Hoy en día, continúan con esta misión y su meta principal se centra en incluir laboralmente a los más necesitados.

Fernando Llona > @ferllona

Ubicado en la calle Doctor Johow en la comuna de Ñuñoa, se encuentra un pequeño establecimiento que recibe a gran cantidad de adultos que desean una oportunidad en el mundo laboral, pero que lamentablemente su discapacidad mental los limita. Como fundación sin fines de lucro, se fomentan de donaciones y una cuota mensual de los integrantes y afiliados al lugar.


Este proyecto de ayuda social comienza en el año 2009, cuando la estadounidense, Shana Harrison, decidió mejorar la calidad de vida de muchas personas discapacitadas. Como primera instancia y con una influencia de la iglesia metodista, el colegio “Juan Wesley” de Santa Cruz, Bolivia, tuvo la idea de generar talleres que ayuden a estas personas. Tiempo más tarde, Harrison lo convirtió en “Hogar la esperanza”, para luego cambiar el nombre a “Fundación Crescendo”.

Principalmente se centra en adultos jóvenes que hayan superado los 26 años de edad y por un impedimento mental no pueden trabajar. Posee este rango etario debido a que los programas gubernamentales, no entregar una subvención para las personas mayores a esa edad. Además, no existen oportunidades laborales que logren darles autonomía y poder de decisión en sus vidas. Es por esto, que nace este sentimiento de ayuda para las personas que se han dejado de lado.

Hoy en día, ayudan a 35 personas que quieren integrarse en la sociedad laboral. Estas últimas se han mantenido en el establecimiento por bastante tiempo. Tal como dice la coordinadora general de la fundación, Solange Vallejos: “El objetivo es difícil decir que está cumplido. No es que obtengan un trabajo para poder decir que la misión se cumplió o ver un avance y nada más”. Es un proyecto que toma mucho tiempo en desarrollar una capacidad cognitiva que logre instruir laboralmente a las personas.


“Esto muchas veces puede ser duradero y a la vez siempre hay nuevos desafíos con las mismas personas. Es una tarea lenta y por cada objetivo cumplido nace una nueva necesidad”, agregó Vallejos. 

Junto con el Servicio Nacional de Discapacidad (SENADIS), existen lazos fuertes que posicionan a la fundación con un nivel de reconocimiento clave en cada una de sus tareas diarias. En un tiempo más, su objetivo principal es construir más centros de ayuda. Con esto, se desea ir en busca de nuevas oportunidades y mejores herramientas que les permitan trabajar en conjunto con el gobierno para continuar con el apoyo a mucha gente que continúa vulnerable ante el mundo laboral.

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