Tras la aprobación de la primera fase del proyecto Hidroaysén el pasado 9 de mayo, la sociedad civil se organizó en tiempo record logrando juntar a miles de personas en las principales ciudades del país para protestar en contra del proyecto. Desde Puerto Varas Pablo Hübner, periodista de Patagonia Sin Represas, nos cuenta el desarrollo que ha tenido mediáticamente la causa y cómo han percibido esta explosión social.
Por Gabriel Chacón
Son casi las 18:00 hrs. y centenares de personas aguardan afuera de las dependencias del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) de Coyhaique, esperando la confirmación de una decisión que se supo informalmente hace días. Finalmente, ese lunes 9 de mayo se da una de las noticias más importantes de este año.
Por 11 votos a favor y 1 abstención, el proyecto de Hidroaysén es aprobado en medio de una de las peores crisis comunicacionales que ha enfrentado el Gobierno actual. La sociedad civil se levanta y miles de carabineros, a lo largo del país, se despliegan tratando de frenar decenas de manifestaciones espontáneas.
Radio Santa María de Coyhaique informa en directo vía streaming lo que está sucediendo con la protesta afuera del edificio del SEA. Recibe llamados de ciudadanos que se quejan por el inusual uso de la fuerza en una zona de apenas 50 mil habitantes. Con el correr de los minutos se va informando sobre ciudadanos golpeados, gente afectada por bombas lacrimógenas, carros lanzaguas y una población que no está acostumbrada a ese manejo policial.
Sin embargo, este streaming lo están siguiendo miles de personas en el país vía Twitter y la sociedad comienza a organizarse. En cosa de minutos se organizan protestas simultáneas en Santiago, Concepción, Valparaíso y hasta en Buenos Aires. Cooperativa informó de más de 7.000 personas congregadas sólo en Plaza Italia protestando en contra de la aprobación en Coyhaique.
Comienzan a viralizarse en las redes sociales numerosos videos capturados desde las protestas como una muestra de una sociedad capaz de organizarse en minutos. Estos videos fueron subidos al momento de producírse las protestas a lo largo del país el mismo día de la aprobación del proyecto Hidroaysén (lunes 9 de mayo):
Santiago
Valparaíso
Temuco
Uno de los principales agentes movilizadores de estas protestas fue la agrupación Patagonia Sin Represas, organización que lleva más de 2 años luchando por la erradicación de proyectos hidroeléctricos en la zona. Entrevistamos a Pablo Hübner, periodista de esta organización, con el fin de ahondar en este hito nacional de participación ciudadana.
La conciencia ambiental no es novedad
Hoy, a casi una semana y media de la explosión mediática y social del tema, los adherentes a la causa Patagonia Sin Represas han crecido exponencialmente. Según la encuesta Ipsos, de abril del 2011 (para conocer el informe completo haz click aquí), un 61,1% de la población chilena está en contra de la construcción de hidroeléctricas en la Región de Aysén.
Pablo Hübner es categórico al analizar el movimiento ciudadano de oposición a Hidroaysén. “Estamos hablando del proyecto más grande en la historia de Chile y, a su vez, de la oposición más grande en la historia de Chile”.
Según sus palabras, la razón es debido a que “el proyecto tiene impacto social, medioambiental y económico, en el marco de una lógica de extremo centralismo. Ir hasta Aysén para llevar energía hasta Santiago directo es pasar por 67 comunas, es decir, mucha gente” (conoce las razones de Patagonia Sin Represas para oponerse a Hidroaysén).
Sin embargo, aclara que la adhesión en favor de una Patagonia sin represas no se basa exclusivamente en el ámbito ambiental y que la preocupación por estos temas es anterior. “La gente está más consciente del tema, pero no creo que tenga más conciencia medio ambiental sólo por eso”.
Y no se equivoca. Desde hace años que Patagonia Sin Represas viene promoviendo la participación ciudadana, atrayendo fuertemente la atención de diversos artistas como músicos y actores. Un joven cantautor coyhaiquino, llamado Alonso Núñez, ha hecho propia la causa componiendo decenas de canciones alusivas al movimiento y presentándose en diversos puntos del país.
Ésta es una de ellas y que está incluida en el disco “Voces por Patagonia” (descarga gratuitamente el álbum aquí) que incluye a otros músicos como Beto Cuevas, Difuntos Correa o Inti-Illimani, entre otros.
De todas maneras, Pablo Hübner evalúa como positiva la participación ciudadana en este ámbito, valorando la espontaneidad de este fenómeno. “Las redes sociales son básicamente otras formas de comunicarse. Hoy se presenta esta opción que tiene herramientas que brindan dinamismo, cercanía y presencia constante. Entre más personas saben, más canales de información tienen, la difusión crece, llega a más personas”.
Los errores ayudan
A partir del lunes 9 de mayo pasado, la cantidad de debates en torno no solo a Hidroaysén sino que también respecto de la matriz energética, se ha diversificado considerablemente. Desde ambos bandos han salido cifras y datos que, muchas veces, se contraponen, causando cierta incertidumbre en una población cada vez más interesada en participar.
Sin ir más lejos, el pasado domingo vimos cómo en el programa Tolerancia Cero los representantes de ambas posturas (Daniel Fernández por Hidroaysén y Sara Larraín manifestándose en contra) entregaron datos que provocaron confusión entre los mismos panelistas (aquí el capítulo).
Pablo explica esta dispersión comunicacional apelando a la importancia que los medios le otorgan a la inmediatez, lo que, según él, dificulta el desarrollo que podría tener la comunicación en temas públicos. “La prensa se enfrasca demasiado en lo instantáneo, mientras que en sus reportajes con suerte investigan 5 años hacia atrás. Interesante sería un periodismo que hable del siglo con la intensidad que hablan de la noticia de la tarde”.
Sin embargo, Pablo Hübner da una valoración más positiva que negativa a los medios de comunicación. “Creo que todos aportan, incluso quienes se equivocan. Los errores ayudan, los aciertos ayudan. Todo medio es un aporte por ser medio, por favorecer al debate, por intentarlo, incluso cuando niega ciertos temas y cubren mal”.
También considera como positivo el interés de la población por esta causa. “Algunos hablan de que hay un cerco comunicacional con temas ambientales, pero la verdad, no es tan así. En general, hay interés en conversar sobre estos temas. Se produce, entonces, la unión entre la novedad que busca la noticia y la urgencia que buscan las ONG”.
Sin embargo, Pablo Hübner asegura que no existe un cambio de paradigma en los medios de comunicación tras este fenómeno social. “Todas las semanas estábamos informando, pero en los medios poco y nada (aparecía). Ahora, en este momento, es todo lo contrario. Pero, a pesar de lo anterior, ni los medios ni la campaña ha cambiado. Sólo la coyuntura”.
Pablo Hübner termina valora la acción de algunos medios en específico que, según él, “hacen cobertura más allá de la idea consensuada de agenda y que tienen una relación con la gente sin la distancia imperativa que ha impuesto el método científico como validación”. Éste es el caso de Radio Universidad de Chile, Radio Biobío, CIPER Chile, Diario Financiero y la revista Qué Pasa.
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